Junio, 2009.
San Ángel, DF.
Apreciable nicho de mercado.
PRESENTE
Hemos puesto nuestros ojos en ustedes. En serio. No tenemos por qué mentirles. Es bien sabido que, desde hace más de 50 años, les hemos llevado sonrisas, diversión y convivencia familiar. No lo nieguen. Hay muchísimos actores que dan su vida por hacer que nuestros guiones se conviertan en los sueños y objetivos de todos ustedes. Sabemos, sí, que no todos pueden llegar a ser tan atractivas como las vírgenes que aquí trabajan ni musculosos como los bachelors que las acompañan y besan. Es cierto. Una cosa imposible si nos permiten opinar sinceramente. Pero vamos, ¿qué podemos hacer? Nada.
¿Por qué les decimos esto? Pues porque estos últimos días nos han provocado –sí, ustedes-, una incontenible serie de tragos amargos. Y les pedimos que nos escuchen con toda su atención. Llegan a su casa, dejan a un lado su graciosa gorra de trabajo, se quitan los zapatos, piden a su esposa que les lleve un poco de café o una cerveza y ¿qué hacen? Exacto: encienden la televisión. Y eso nos da gusto, créannos. Pero lo que no podemos tolerar, es que, así, de la nada, comiencen a decir que hemos estado dando preferencia a tal o cual político o que prestamos a actores cuyo pellejo nos pertenece para creerle las propuestas a alguien que sólo busca ayudarlos si es que le dan su voto. ¿Qué no nos comprenden?
Y vean que hablamos realmente en serio. No podemos aceptar de ninguna manera que ahora, después de tanto tiempo, nos vengan a decir que les interesa recordar las pequeñeces que han sucedido en el pasado. Ya lo pasado, pasado ¿recuerdan? Tanto que les gustaba esa canción y no entienden. Nos hieren. Entérense de una vez: o están de nuestro lado u olvídense de nuevos programas con 2 ó 3 docenas de teiboleras y stripers. Si no son de gratis. Digan ¿quién les manda, por amor de dios, siquiera pensar en abrir un libro o estudiar? ¿Quién? En serio, ayúdennos a ayudar, como en el Teletón. Ya saben: nosotros ponemos niños en silla de ruedas, los conductores lloran, ustedes lloran, bla bla bla, depositan su dinero, bla bla bla. Eso. Es simple ¿no? Entonces, ¿por qué no pueden ser amables? Así: llegar, encender la televisión, ver al teacher, olvidar todo lo demás y desear tener lo que les mostramos. Tan fácil.
No sabemos, y qué desgracia, en qué momento se les ocurrió la maravillosa idea de usar Internet para hablar mal de nosotros. En serio. Nos había parecido que estaba claro: Internet es para que vean nuestros programas de nuevo, chateen con los famosos, bajen música y tonos reales de nuestros sitios y se enteren de las polémicas. Recuerden, ahí hay páginas para cada uno de nuestros programas que les gustan tanto. Busquen. Además, piensen esto: ¿Quién les va a creer? ¿Quiénes son ustedes? Nadie, ¿nos oyen? Nadie. Hasta parece que nunca ponen atención. Nos van a perdonar si nos hemos enojado pero ¿de dónde sacaron la gran idea de que alguien que no es famoso puede ser escuchado? No. Definitivamente no tienen remedio. Tanto que hemos hecho por todos ustedes.
¿Ya supieron de la muerte de Michael Jackson? Quién lo hubiera pensado. Tan sano, tan exitoso: una luminaria. No le digan a nadie pero estamos preparando un reality de baile. Así, moderno; con brake dance y todo eso. Algo que no han visto antes. Conducido por Adal Ramones y así. Lo que les gusta. ¿Lo ven? Ya olvidamos, y los perdonamos.
Ahora vayan, hablen con sus amiguitos y digan que somos buenos. Suban sus fotos al Hi5 y actúen inocente. Ustedes saben cómo. Y no olviden dar click en nuestros anuncios, anden.
Los queremos, y trabajamos para ustedes.
Televisa.
xoxoxo
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