domingo, 7 de octubre de 2007

Apartado Postal # 1025

Ya casi ha pasado un año entero desde que compartimos 18 meses yendo y viniendo, corriendo y riendo, llorando, estresados; preocupados por qué cosa del demonio haríamos al salir de esa llamada vida no real dentro de la gloriosa (dicen...) Universidad. Y hoy ¿qué ha pasado?

Me intriga sobremanera pensar siquiera en el hecho de que estemos tan ocupados haciendo valer esa vieja tradición de desaparecer de la vista de los otros porque ya tenemos responsabilidades, porque ya sabemos qué es tener que dedicarse aún más tiempo al trabajo, cualquiera que este sea o en su defecto a buscar, frustrados cada dia más, una fuente de ingresos. No me alcanzo a creer que en verdad nos importe tan poco usar los dedos para escribir unas líneas en honor de personas que seguramente llegamos a estimar, no en su mayoría estoy seguro pero si a unos cuantos les puedo apostar.

Por mi parte, y atendiendo la buena sugerencia de la chica morenaza, de la otrora llamada Princesa Tibetana, me siento aquí frente a ustedes; frente a cada uno en el momento libre en el que leen su correspondencia y les narro lo que a mi me ha sucedido:

Despùes del episodio con la Investigación de Mercados de la que no salí bien librado ideológicamente hablando (he aquí el primer mito profesional que ví romperse), me dediqué a primero, escribir un poco más de mi añejo proyecto de titulación y segundo, a buscar esa cosa llamada trabajo. En ese último sentido me vi buscando por unos 3 meses sin éxito alguno cayendo en esa ya conocida desesperación del egresado que se pregunta en qué estaba pensando cuando eligió semejante carrera (desesperación que desapareció, por fortuna). Conseguí entrar a trabajar en uno de esos lugares donde se capturan datos al por mayor, pero no me sentí cómodo ya que tenía que lidiar con información que me hacía pensar cada vez más en lo triste y horrible de los manejos del dinero y profesiones en el nivel gubernamental; por fortuna pude escapar antes de ver llegar lo peor.

Desde hace aproximadamente un mes me encuentro trabajando en una empresa distribuidora de DVD's (ZIMA enterteiment) donde me he sentido cómodo y en ambiente. No estoy excluido de problemas de todo tipo pero aún así me veo en un contexto que conozco medianamente y que como moraleja, me ha dejado la reflexión de que sin importar cuánto se esfuerza uno en la carrera los vuelcos del destino te ponen en situación donde lo que te alimenta (ya en serio, ¿quién de nosotros de verdad trabaja por el alimento? caray...) no tiene relación directa con lo que estudiaste por 4 años, más bien, con lo que hacías antes y que abandonaste por la escuela...irónico y a veces frustrante pero se agradece...

Me gusta la idea de que las posibilidades de ver un libro con mi nombre en el espacio del autor puede estar en los estantes de librerías o puestos callejeros son buenas y que a pesar de que voy lento con la tesis me esta gustando mucho cómo va, me hace sentir que no ha sido en vano mucho del tiempo invertido.

Justo hoy que les escribo estoy recuperando las fuerzas a causa de haber estado a 2 metros del escenario en un enorme foro soleado la noche anterior escuchando a unos que suelen ser silenciosos pero que demostraron todo lo contrario. Me la pasé bien, pero mis piernas no opinan tan favorable...

Por lo demás, sigo siendo tan intenso como siempre (sic), atendiendo las ocurrencias y flojeando sin poder sacarme eso de la cabeza...y por supuesto, escribiéndoles correos maratónicos y quizá tediosos; pero eso ya es onda del lector, no mía.

Les mando a todos un abrazo. Les deseo éxito en lo que hacen, lo que sea que estén haciendo...Y hoy ¿qué les ha pasado?

Los quiere, Odeen.