miércoles, 16 de junio de 2010

Cotidiano Apocalipsis

¿Cuánto tiempo pudo haberse ido el filósofo a meditar?

¿De verdad es posible que haya todo un mundo justo detrás del letrero "Desaparezca aquí"?

Levantarme de mi sillón puede llevarme más tiempo de lo que pensé. Morsa ha estado ausente algunos días y la casa está llena de restos de comida de los otros babuinos; no tengo espacio para caminar y ya no sé por dónde empezar a pedirles que limpien su desorden: esta semana les ha dado por hablar en mandarín y no hay manera de hacernos entender.

¿Una hora puede tener mil quinientos minutos antes de hacer sonar las campanas?

Ruego al cielo por lograr concretar el todo. Ruego igual por nunca llegar a nada.

En mi ventana está la respuesta, en los ojos de ti, la pregunta.


Todos los días acaban con una cereza más arriba que la anterior. Es un fin arriba, cada vez más.

Cotidiano, soy.