lunes, 25 de junio de 2007

¿Patriotas?

No cuesta trabajo empezar hablando del deporte nacional -según medios y marcas- y emprender un animoso camino de análisis del tiempo jugado o no jugado -sigo sin creer que sea posible analizar a tales grados- y por fuerza terminar relacionando tales temas a uno que lleva ya 193 años en la lengua del mexicano y demasiado sin ser definida y mucho menos puesta en práctica: el patriotismo.

Primero, los australianos hacen en su Big Brother un concurso donde usan la bandera mexicana de portería, la ponen al revés y hacen burla hasta donde su imaginación les permite de la idiosincrasia mexicana estandarizada con todo el sarcasmo y extremo pendejismo sajón que podemos poner en pantalla, y ¿qué pasa después? Lo más lógico: indignación nacional, noticieros que claman por sangre, ciudadanos que se persignan, blogueros que se desquitan burlandose de los culpables usando albures tradicionales para poner el dedo en la yaga...

Segundo, se juega un partido con el odiado -y a la vez admirado- vecino del norte y por fuerza deportiva, se pierde y lo que es mas, de voltereta. ¿Qué pasa después? Lo más lógico: los medios especializados (sic) se le van encima al director técnico, que se por si ya era un hablador desde hace años, cuando lo que vimos no fue más que el resultado esperado de un equipo que ha puesto más atención a los contratos publicitarios que a lo que se supone que se dedican. Es normal. El deporte fue violado desde que las marcas y empresas se le metieron hasta donde no. En la tele lo ponen como el deporte nacional, y que sencillo ¿no?, es el que más vende, el que, gracias a la publicidad el público pide, el que deja más deportistas en condición de millonarios. Hacer deporte y sudar ya no importa, hay contratos, hay comerciales, no hay pedo si se pierde.

Y a todo esto, ¿hay patriotismo en ambos casos? Por supuesto que no. Los mexicanos no somos patriotas, lo hemos -ahora si, en plural de 'hemos'- usado como pretexto desde el siglo XIX para robar, traicionar, extorsionar y fingir que queremos una tierra que no ha servido más que para hacer ricos a unos y nutrir la pose de otros. ¿Que los australianos se mofaron de la bandera (jaja)? ¿Que los gabachos son mejores en la cancha? ¿Que los odiamos por groseros, por decir que odian a los mexicanos ya sea directa o indirectamente? Despierten amigos lectores, eso es normal. Es normal desde que se nos ocurrió ser indies -ahora si, ¿verdad?- ¿A poco les duele en el plural patriota cuando presumen en la peda que lograron sobornar a un policia? ¿Duele igual cuando hacemos menos a alguien por ser más moreno que uno? ¿O cuando no tiene el mismo gusto musical que yo? Lo mas chingón de este país es de importación, a las instituciones y empresas no les interesa hacer patriotas u orgullos mexicanos, les interesa hacer negocios y dinero. Así, sin más. Lo que compras de un extranjero lo guardas y lo presumes ¿o no? Lo que compras de un mexicano lo presumes y lo agarras como excentricidad ¿cierto?.

NO debemos poner en duda que existieron y existen personajes que han hablado, escrito o creado por un noble sentimiento de levantar su mano como representantes de una zona geográfica, pero por desgracia su trabajo se descalifica y se les tilda de ñoños, tontitos o monstruos libertinos. Y no me vengan con que los dizque artistillas condechi son mexicanos, ahi son más gringos que en California. Los que toman la decisión de quién o quienes son patriotas son lo que invierten su dinero en ellos y logran asi que muchos nos enteremos de que existen. Habría que buscarlos en otro lado.

No queda más que aceptar una cosa: No somos patriotas ni de chiste caray, no me hagan reir, si ser patriota fuera una marca comercial ya la hubiera explotado algún empresario listo con buena educación; si lo que más quisiéramos es ser una provincia gringa como Puerto Rico, usar el sentido del humor gabacho como IN y seguir haciendo chistes donde elevemos nuestro estatus escribiendo sobre lo que los otros no tienen y nosotros si (cuando ni nosotros lo tenemos, como eso que llaman clase). Pedimos objetividad en los medios y hasta en los blogs -eso si es para reir- y usamos plural para narrar un partido de futbol. Llevamos haciendo eso mas de siglo y medio con deportes y con lo que se atraviese. ¿Patriotas? No, aquí no viven. Esta usted hablando a la casa de los Consumidores, disculpe las molestias.

¿Cuántos de ustedes leerán esto y con un suspiro dirán: 'Así son las cosas, aceptalo'?