sábado, 9 de agosto de 2008

Tu Sonrisa Plateada*

Allá, muy lejos, donde una nebulosa plateada dibuja una curva con una sonrisa infinita, hay un planeta solitario, desierto y perdido que se muere de tedio y se entretiene contando las gotas de una lluvia perpetua de estrellas fugaces desde que el Universo es Universo.

Es un bello planeta, con una pulsera de mil y una lunas que semejan a la distancia un halo púrpura. Tú que también eres bella y conoces todos los mundos, ¿quieres venir al planeta de la soledad?

Es un planeta amable, tan amable como vacío; no hay dolor, no hay guerra, no hay hambre, no hay odio, no hay envidia, no hay sangre, no hay nada, no hay nadie. Solo yo vivo en él, viendo llover la lluvia que te dije.

Me perdí uno de estos milenios en el espacio, y vine a parar aquí por accidente. Mi astronave tiene una pata rota y no puede reanudar el viaje. Dos soles pequeños se alzan y se ponen iluminando tenuemente días pálidos, negros y melancólicos; mil y una lunas, por las noches son las luces de una ciudad en el cielo.

Tú, si estas cansada de vagar, ¿quieres venir a reposar y ver mis lunas y mis soles?

Este mundo no es como tu mundo, aunque si allá, en tu Tierra, todos te quieren, aquí no serás menos amada: te amará el cielo tristón de los días de los soles pequeños...

Te amarán las rocas de formas elegantes y caprichosas;
Te amarán la vegetación multicolor, las aves rarísimas de color amarillo y las gacelas azules;
Te amarán el halo púrpura y la sonrisa plateada de la nebulosa
Te amará la lluvia perpetua de estrellas fugaces;
Te amará mi astronave de la pata rota;
Te amará la noche y te amará una ciudad de mil y una lunas en el cielo...

... Y te amaré yo.


*Pequeño texto transcrito hace unos 30 años de una vieja revista Playboy, por mi progeitor. Título original desconocido, pero el mío está de pocas luces.