martes, 25 de noviembre de 2008

Yo, lector de 10:1

Suelo meterme mucho en lo que tiene que ver con nuevos medios, es algo que me gusta. Pero siempre hay una cosa que me hace dudar: ¿Tener o manejar un medio digital y propositivo debe significar imitación directa de lo que aquellos medios masivos a los que se pretende sustituir hacen?

Los blogs son personales, uno escribe lo que se le da la gana cuando quiere. Pero si se pretende ser una especie de revista, ese toque subjetivo tiembla en el límite entre un medio irreverente que entretiene y un pretexto burdo para presumir lo que sabes, escuchas y conoces. Y para eso mejor hablo conmigo mismo en el espejo...

Eso, claro, si su objetivo es innovar. Si no es el caso, entonces este post que reproduce un comentario dejado por mí en el blog 10:1 es nada más que una opinión aislada acerca de mi desacuerdo y razón principal para dejar de leerlo:


Un muy buen blog, hace algunos meses. Aquello de que si hablan de uno -o de ellos en este caso- significa que estás haciendo algo bien es ambiguo... también se habla un chingo de AMLO, FECAL, Maná, ad vomitum ¿no? (esa frase sólo le queda bien al Quijote).

10:1 tiene buenas bases y publica contenidos muy interesantes, pero tiene un problema: sus editores -más no los colaboradores- son unos pedantes. Últimamente leer 10:1 es como leer la R&R o escuchar Radioactivo hace 10 años -o Reactor ayer-: ellos saben todo, escuchan lo que nadie conoce y tienen contactos en todos lados. Está bien que lo tengan, así se mueve la cosa, con contactos; pero lo mamila llega cuando lo dicen cada 2 enunciados, entre líneas o explícito.

Si eres bueno lo demuestras haciendo lo que sabes, no presumiendo y convirtiéndote en un odioso insoportable. 

O bueno, si lo que buscan es caerle bien a Rulo a lo mejor si es el camino; pero eso ya es otra cosa.

En espera del retorno de uno de los mejores blogs de mùsica,

OR